Parece que todo está bien, nos reímos de todo sin darle demasiada importancia a nada, pero esto es diferente, esto que vas a leer te hará reflexionar…
En la entrevista que le hicieron a la hija de Billy Graham, en el Early Show, Jane Clayson le preguntó: ¿Cómo pudo Dios permitir que sucediera esto?, refiriéndose a los ataques del 11 de septiembre.
Anne Graham dio una respuesta sumamente profunda y llena de sabiduría.
Al igual que nosotros, creo que Dios está profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole a Dios que salga de nuestras escuelas, que salga de nuestro gobierno y que salga de nuestras vidas.
¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y Su protección cuando le hemos exigido que no se meta en nuestra vida?
... creo que todo comenzó cuando Madeleine Murria O'Hare se quejó de que no quería que se orara en nuestras escuelas…
Y dijimos que estaba bien. Pero Madeleine fue asesinada.
Luego alguien dijo que mejor no se leyera la Biblia en las escuelas, aunque la Biblia nos habla de no matar, no robar, de amar a nuestro prójimo...
Y dijimos que estaba bien.
Luego el Dr. Benjamín Spock dijo que no debíamos pegarle a nuestros hijos cuando se portan mal porque sus pequeñas personalidades se truncarían y podríamos lastimar su autoestima…
Y dijimos que estaba bien, que los expertos deben saber lo que están diciendo…
Pero el hijo del Dr. Spock se suicidó.
Luego alguien dijo que los maestros y directores de los colegios no deberían disciplinar a nuestros hijos cuando se portan mal…
Ellos también dijeron que más valía que ningún miembro de las escuelas tocara a ningún estudiante que se portara mal porque no queríamos publicidad negativa y por supuesto no queríamos que no nadie nos demandara. (Hay una gran diferencia entre disciplinar, tocar, golpear, dar un cachete, humillar, patear, abofetear, etc.)
Y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo, dejemos que nuestras hijas aborten si quieren y como es un asunto delicado, será menos conflictivo si no necesitan tener la autorización de sus padres…
Y dijimos que estaba bien.
Luego uno de los consejeros de las escuelas dijo, ya que los jóvenes siempre van a ser jóvenes y de todos modos lo van a hacer, démosles todos los preservativos que quieran para que puedan divertirse y experimentar sin riesgo de enfermedades o embarazos no deseados y llamémosle a eso “educación sexual”.
Y dijimos que estaba bien.
Luego algunos de nuestros principales funcionarios públicos dijeron que no importaba lo que se hace en privado, siempre que se cumpla con el trabajo.
No debe importarnos lo que la gente, incluyendo el Presidente, haga en su vida privada mientras yo tenga un trabajo y la economía vaya bien.
Y dijimos que estaba bien.
Luego alguien dijo vamos a imprimir revistas con fotografías de mujeres desnudas y decir que esto es una apreciación sana y realista de la belleza del cuerpo femenino.
Y dijimos que estaba bien.
Y luego alguien llevó más allá esa apreciación y publicó fotografías de niños desnudos, en revistas y en Internet. Todos tenemos derecho a la libertad de expresión.
La industria del ocio y entretenimiento dijo: hagamos programas de televisión y películas que promuevan lo profano, la violencia y el sexo de todo tipo.
Y dijimos que estaba bien.
Grabemos música que incite a la violencia, al sexo, las drogas, al suicidio y los temas satánicos…
Y dijimos que estaba bien.
Y dijimos, que no era más que diversión, que no tenía efectos negativos, de todos modos nadie se lo toma en serio...
Y dijimos que estaba bien.
Y ahora nos preguntamos:..
• ¿por qué nuestros niños no tienen conciencia?
• ¿por qué no saben distinguir entre el bien y el mal?
• ¿por qué no les preocupa matar a desconocidos, a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos?
Probablemente, si lo pensamos bien, encontraremos la respuesta.
“RECOGEMOS, LO QUE SEMBRAMOS"
Es curioso cómo las personas van detrás de lo malo del mundo, porque simplemente esta de moda y luego se preguntan por qué el mundo está en proceso de destrucción…
Es curioso ver cómo creemos lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Biblia…
Es curioso, porque la palabra de Dios se suprime en las escuelas, los espacios de trabajo y a veces hasta en el hogar.