«Vivir»
Lo importante es caer en la cuenta de que para hacer las cosas bien, no necesitamos vivir en un mundo mágico, ideal o sin problemas. Lo que vale es la actitud interior que cada uno tiene para hacer de esa realidad agradable o difícil, un medio para progresar espiritual, emocional, mental… y por sobre todo para descubrir a Dios en todo momento.
Eso es lo que hace que la vida tenga sentido y que pase lo que pase, a pesar de las circunstancias, nuestra esperanza, es la que le pone sabor a la vida.
No hace falta que todo sea próspero para estar bien, para eso necesitamos, tener confianza, fe y vivir consecuentemente.
Si queremos progresar, no hace falta que el camino sea cuesta abajo, lo que hace falta es tener una actitud positiva para no bajar nunca los brazos.
«Aprender»
He aprendido que es muy difícil determinar donde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que pienso y creo…
He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo mismo…
He aprendido que no puedo esperar que alguien me ame, pero que puedo aprender a ser alguien que ama…
He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla…
He aprendido que debo aprender, y seguir aprendiendo.
«Amistad»
La amistad es una relación entre dos personas que se basa en un amor genuino. Una relación que tiende al encuentro, a la confianza y a la ayuda mutua, buscando el bien de la otra persona aún por encima del propio bien.
No dudemos en vivir la amistad con fidelidad y sobre todo pensemos que como todas las cosas importantes hay que cuidarla, cultivarla y eso se hace pensando más en dar que en recibir.
«Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos»Juan 15:13
«La Vida»
La vida es un regalo de Dios. Cada instante lo tenemos porque Él lo quiere. Podríamos ya estar muertos o no haber nacido y sin embargo estamos aquí para disfrutar de ese momento.
Cada instante es como una joya de muchísimo valor que tenemos que vivir intensamente.
A veces vivimos una cosa pensando o deseando otra. Eso de poco sirve, porque nos perdemos las dos.
Es mejor disfrutar de lo que nos toca vivir y aprovechar cada momento de la vida.
Que nada te turbe, nada te espante. Porque todo pasa. Sólo Dios permanece y no cambia.
La paciencia todo lo alcanza. Quien tiene a Dios, no tiene falta de nada.
Cuando vivimos apegados a las cosas no podemos ser felices, porque la felicidad consiste precisamente en desprendernos de todo lo superficial y lo que nos perjudica, tal como enseña Jesús en las Bienaventuranzas.
«Pedir»
Le pedí a Dios éxito en todo y me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad…
Le pedí ser el centro del mundo y me enseñó que el egoísmo arruina todas las buenas obras…
Le pedí buena fama y me dio sencillez y comprensión para que mi ego no dañara a los demás…
Le pedí un medio de transporte y me concedió un paso firme por el camino recto en mi vocación de servicio…
Le pedí riquezas y me dio familiares y amigos…
Le pedí muchas cosas y me enseñó que tengo que compartir con los más necesitados para construir un mundo mejor y más justo…
Le pedí ser siempre feliz y me hizo conocer las penas, el dolor y las luchas para que comprendiera que la felicidad se alcanza viviendo una vida de confianza en Él, en medio de las dificultades.
«Servir»
Sirve a tu Dios con rectitud, sé fiel y no te preocupes de nada, porque la frase «Busca el reino de Dios y su justicia y Él te dará todo lo demás que necesites» no sólo es una buena frase, es una gran verdad.
Cuando servimos a Dios, lo hacemos a través de servir a aquellas personas que tenemos a nuestro alrededor y aunque curiosamente el evangelio no nos habla de servir a los hombres sino de servir a Dios, nos muestra claramente que nuestro servicio a los hombres por amor, es como servirle a Él mismo.
«Pensamientos»
Cuando pensamos que todo tiene que ser perfecto, no aceptamos ninguna dificultad.
Cuando creemos que debemos ser el centro del universo no aceptamos que a los demás les vaya bien.
Cuando pensamos que tenemos que vivir como si estuviéramos en el cielo; sin dificultades, nos enojamos, angustiamos y frustramos, porque la realidad es que estamos aquí, en la tierra y por si fuera poco, rodeados de problemas, injusticias y dificultades.
«Todo depende de las ideas y pensamientos que tengamos en nuestro interior.
Los mejores pensamientos son los que se basan en la verdad de que pase lo que pase, estamos en las manos de Dios, que Él está en el control de nuestra vida «si lo dejamos»y que por lo tanto, todo lo que permite, es para nuestro bien»
Definiendo conceptos
«Vivir»
Lo importante es caer en la cuenta de que para hacer las cosas bien, no necesitamos vivir en un mundo mágico, ideal o sin problemas. Lo que vale es la actitud interior que cada uno tiene para hacer de esa realidad agradable o difícil, un medio para progresar espiritual, emocional, mental… y por sobre todo para descubrir a Dios en todo momento.
Eso es lo que hace que la vida tenga sentido y que pase lo que pase, a pesar de las circunstancias, nuestra esperanza, es la que le pone sabor a la vida.
No hace falta que todo sea próspero para estar bien, para eso necesitamos, tener confianza, fe y vivir consecuentemente.
Si queremos progresar, no hace falta que el camino sea cuesta abajo, lo que hace falta es tener una actitud positiva para no bajar nunca los brazos.
«Aprender»
He aprendido que es muy difícil determinar donde fijar el límite entre no herir los sentimientos de los demás y defender lo que pienso y creo…
He aprendido que no puedo compararme con lo mejor que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo mismo…
He aprendido que no puedo esperar que alguien me ame, pero que puedo aprender a ser alguien que ama…
He aprendido que se pueden requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla…
He aprendido que debo aprender, y seguir aprendiendo.
«Amistad»
La amistad es una relación entre dos personas que se basa en un amor genuino. Una relación que tiende al encuentro, a la confianza y a la ayuda mutua, buscando el bien de la otra persona aún por encima del propio bien.
No dudemos en vivir la amistad con fidelidad y sobre todo pensemos que como todas las cosas importantes hay que cuidarla, cultivarla y eso se hace pensando más en dar que en recibir.
«Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos»Juan 15:13
«La Vida»
La vida es un regalo de Dios. Cada instante lo tenemos porque Él lo quiere. Podríamos ya estar muertos o no haber nacido y sin embargo estamos aquí para disfrutar de ese momento.
Cada instante es como una joya de muchísimo valor que tenemos que vivir intensamente.
A veces vivimos una cosa pensando o deseando otra. Eso de poco sirve, porque nos perdemos las dos.
Es mejor disfrutar de lo que nos toca vivir y aprovechar cada momento de la vida.
Que nada te turbe, nada te espante. Porque todo pasa. Sólo Dios permanece y no cambia.
La paciencia todo lo alcanza. Quien tiene a Dios, no tiene falta de nada.
Cuando vivimos apegados a las cosas no podemos ser felices, porque la felicidad consiste precisamente en desprendernos de todo lo superficial y lo que nos perjudica, tal como enseña Jesús en las Bienaventuranzas.
«Pedir»
Le pedí a Dios éxito en todo y me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad…
Le pedí ser el centro del mundo y me enseñó que el egoísmo arruina todas las buenas obras…
Le pedí buena fama y me dio sencillez y comprensión para que mi ego no dañara a los demás…
Le pedí un medio de transporte y me concedió un paso firme por el camino recto en mi vocación de servicio…
Le pedí riquezas y me dio familiares y amigos…
Le pedí muchas cosas y me enseñó que tengo que compartir con los más necesitados para construir un mundo mejor y más justo…
Le pedí ser siempre feliz y me hizo conocer las penas, el dolor y las luchas para que comprendiera que la felicidad se alcanza viviendo una vida de confianza en Él, en medio de las dificultades.
«Servir»
Sirve a tu Dios con rectitud, sé fiel y no te preocupes de nada, porque la frase «Busca el reino de Dios y su justicia y Él te dará todo lo demás que necesites» no sólo es una buena frase, es una gran verdad.
Cuando servimos a Dios, lo hacemos a través de servir a aquellas personas que tenemos a nuestro alrededor y aunque curiosamente el evangelio no nos habla de servir a los hombres sino de servir a Dios, nos muestra claramente que nuestro servicio a los hombres por amor, es como servirle a Él mismo.
«Pensamientos»
Cuando pensamos que todo tiene que ser perfecto, no aceptamos ninguna dificultad.
Cuando creemos que debemos ser el centro del universo no aceptamos que a los demás les vaya bien.
Cuando pensamos que tenemos que vivir como si estuviéramos en el cielo; sin dificultades, nos enojamos, angustiamos y frustramos, porque la realidad es que estamos aquí, en la tierra y por si fuera poco, rodeados de problemas, injusticias y dificultades.
«Todo depende de las ideas y pensamientos que tengamos en nuestro interior.
Los mejores pensamientos son los que se basan en la verdad de que pase lo que pase, estamos en las manos de Dios, que Él está en el control de nuestra vida «si lo dejamos»y que por lo tanto, todo lo que permite, es para nuestro bien»