Muchos en esta pandemia, se encuentran desolados, desilusionados, abatidos, deprimidos, sin futuro, y otros tantos sienten que la vida ya no tiene más sentido y se dejan morir poco a poco. Estamos acostumbrados a movernos en un ámbito natural, en esa rutina diaria, de tener una vida normal, de salir y entrar de casa, sin que nadie nos ponga horarios, a una cuarentena que no sabemos hasta cuándo va a durar.
Cuando arrancamos una planta de su ámbito natural de la tierra, esta se seca… cuando sacamos a un pez del agua, este muere…
Este ejemplo lo podemos usar para nuestras vidas, muchos se preguntan donde esta Dios, o tal vez le echen la culpa de todo lo que esta pasando. Somos su creación, pero la mayoría decidió vivir separado de Su presencia, somos como la planta o el pez, si Él no está en nuestras vidas, poco a poco nos vamos vaciando, ya que todas las preguntas que se hace la humanidad, no tienen una respuesta que nos aliente a vivir un futuro mejor.
Para tener una vida con propósito, de paz, gozo y esperanza, solo debemos vivir en nuestro ámbito natural, y esto es aceptar la presencia de Jesús en nuestra vida.
Reflexiones para el alma, te anima a que tomes la mejor decisión…