Santa Claus está muy lejos, en el Polo Norte…
Jesús está muy cerca, en la puerta de tu corazón del.
Santa Claus viene una vez al año…
Jesús siempre está ahí, dispuesto a ayudarnos.
Santa Claus siempre entra a escondidas por la chimenea y sin ser invitado...
Jesús quiere entrar y ser parte de tu vida, pero nunca entrará a no ser que le abras la puerta de tu corazón.
Para poder saludar y ver a Santa Claus tienes que esperar en una larga cola…
Para saludar y ver a Jesús solo tienes que desearlo.
Santa Claus permite que te sientes en su falda mientras te hacen una foto…
Jesús desea que descanses en él, en todos los mometos de tu vida.
Santa Claus siempre te pregunta ¿Cómo te llamas?...
Jesús ya conoce tu nombre. Sabe perfectamente quien eres, donde vives y hasta cuantos cabellos tienes en la cabeza.
La barriga de Santa Claus está llena de golosinas…
El corazón de Jesús está lleno de amor.
Santa Claus siempre dice lo mismo «Jo… Jo... Jo… »
Jesús cada día tiene algo nuevo que decirte y enseñarte. Él tiene para tí palabras de vida.
Santa Claus siempre dice que no debemos llorar…
Jesús quiere que le entreguemos nuestras preocupaciones, nuestro dolor y heridas, para que no tengamos que llorar.
Santa Claus te hace sonreír para la foto…
Jesús te da los suficientes motivos para que vivas una vida de gozo.
Sinceramente no sé que hace Santa Claus aquí, porque la Navidad, recuerda y celebra el nacimiento de Jesús.
Y solamente Jesús le da sentido y razón de ser a la Navidad.
Santa Claus supuestamente pone regalos debajo del árbol…
Jesús es el regalo de Dios para la humanidad y fue crucificado sobre un tronco de árbol.
Para qué tener imitaciones, falsificaciones... pudiendo tener el original.
Para qué celebrar algo absolutamente falso y que no tiene ningún sentido, pudiendo celebrar el nacimiento de aquél que cambió el rumbo de la humanidad, de aquél que puede darle verdadero sentido a nuestra vidas y que aún hoy si le invitas, asistirá y presidirá gustosamente la celebración de su cumpleaños en tu casa, con tu familia y en tu corazón.
22-12-2009 | 38724 lecturas