Fin de año siempre llega cerrando un capítulo más de nuestra vida, como si nos pidiera una pausa para mirar hacia atrás y tratar de recordar todo lo sucedido, los aciertos, los errores y todo aquello que pudimos aprender, para ser felices.
Con su afán, entre llantos y risas, fuimos atravesando los 365 días y hoy es el último del 2024, llegamos a fin de año…
Si hacemos un balance recordaremos a todos aquellos que, nos aportaron alegrías y desazón. Tal vez para muchos, no fue tan bueno, y para otros mucho mejor, pero así es la vida, debemos atravesarla un día a la vez, con la esperanza de ser bendecidos.
Es el momento de desprenderse de todo aquello que te genera angustia y resentimientos… perdona y olvida, para poder comenzar un nuevo año, lleno de gozo y felicidad.
Abraza muy fuerte no solo con los brazos, sino con el corazón, a esas personas de las que estas alejado por un motivo u otro.
Deja de mirar por el espejo retrovisor, el ayer no existe, el mañana es una promesa. El día es hoy, piensa como puedes ser mejor, más feliz, más libre, más creativo... Porque en este mes se cierra un capítulo…y mañana se abre uno nuevo… dependerá de cada uno de nosotros como escribirlo…
Cambiemos lo que haya que cambiar, dejemos atrás lo que nos pesa y abracemos lo que viene. Porque, en definitiva, el 31 de diciembre no es el fin:
¡¡Es la oportunidad de esperar que el 2025… seamos bendecidos por el amor de Dios!!
