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Las reflexiones de Jesús

 

Dices que…

Yo soy el camino y no me buscas…

Yo soy la verdad y no me crees…

Yo soy la vida y no me disfrutas…

Soy tu redentor y se te olvida…

Soy tu salvador y me rechazas…

Soy misericordioso y siempre abusas…

Soy tu guía y no me sigues…

Soy justo y desconfías…

Soy amor y me persigues…

Soy la luz y no me miras…

Soy tu Dios y no me temes.

 

Me llamas: «Maestro» y nunca aprendes…

Me llamas: «Bueno» y no me estimas…

Me llamas: «Santo» y no me imitas…

Me llamas: «Pastor» y no me oyes…

Me llamas: «Señor» y no me obedeces…

Me llamas: «Rey» y te burlas…

Me llamas: «Eterno» y no me esperas…

Me llamas: «Amigo» y me traicionas…

Me llamas: «Dulce» y te repugno…

Me llamas: «Todopoderoso» y no me pides ayuda.

Te di memoria y te olvidas de que existo…

Te di inteligencia y no me comprendes…

Te perdono y más me ofendes…

Te espero y nunca llegas…

Te ayudo y me criticas…

Te cuido y no me agradeces…

Te busco y tú te escondes…

Te hablo y no me escuchas…

Te doy mucho y me exiges más.

 

Te hago fuerte y te enorgulleces…

Te hago poderoso y te esclavizas…

Te hago rico y te corrompes…

Te hago pobre y me maldices…

Te hago sabio y me cuestionas…

Te hago importante y me desprecias…

Te hago santo y te envileces…

Te hago mi hijo y no me honras…

Tuya es mi gloria y no la quieres.

 

 

 

Si eres desdichado no me culpes, porque he venido para darte todo lo que necesitas y en abundancia…

Dime hijo mío, ¿Qué más quieres que haga por ti…?