Yo pedí fuerza… y Dios me dio
dificultades para hacerme fuerte.
Yo pedí sabiduría… y Dios me dio
problemas para resolver.
Yo pedí prosperidad… y Dios me dio
cerebro y músculos para trabajar.
Yo pedí coraje… y Dios me dio
peligros para superar.
Yo pedí amor… y Dios me dio
personas con problemas para ayudar.
Yo pedí favores… y Dios me dio
Yo no recibí nada de lo que pedí…
pero recibí todo lo que necesitaba.
«Que nuestra vida continúe así, con Dios oyendo nuestras peticiones»