Da siempre lo mejor y recibirás lo mejor. A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas y si tú eres amable, las personas pueden mirarte como extraño o interesado; aún así sé amable.
Si eres un vencedor tendrás amigos, algunos falsos, así como algunos enemigos verdaderos; aún así, vive como un vencedor.
Si eres honesto y sincero, las personas pueden engañarte; aún así, sé honesto y veraz.
Lo que tardaste años en construir, alguien puede destruirlo en minutos; aún así edifica.
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia; aún así sé feliz.
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana: aún así no dejes de hacer el bien.
Dale al mundo lo mejor de ti y aunque eso nunca sea suficiente; sigue dando lo mejor de ti mismo.
Y recuerda que, al fin de cuenta estas cosas son entre tú y Dios. Nunca fue algo entre tú y ellos.
Madre Teresa de Calcuta