¿Por qué te confundes y te angustias ante los problemas de la vida?
Tu parte es hacer todo cuanto está en tus manos para tratar de solucionarlos, pero si después de hacerlo no lo has podido lograr, confía y déjame obrar a mí…
Deja de luchar y de tratar de arreglarlo todo, échate a un lado y déjame obrar a Mí. Todo ira mejor si se resuelve según mi voluntad…
No te desesperes, no ores como si trataras de exigirme y obligarme a que cumpla tu deseo. Solo dime con calma y confiadamente cual es tu necesidad y espera…
Evita toda preocupación y angustia sobre lo que pueda sucederte.
No estropees mis planes queriéndome imponer tus maravillosas ideas.
Déjame ser tu Señor y actuar con toda libertad.
Descansa en mí y deja tu presente y tu futuro, en mis manos. Lo único que necesito oír de ti es:
“Jesús, yo confío en ti”
No seas como el paciente que le pide al médico que le cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.
Si ves que las cosas empeoran o se complican a pesar de que estas todo el tiempo orando; detente y reflexiona todo lo que quieras, pero sigue confiando y declarando:
“Jesús, yo confío en ti”
Si logras poder confiar plenamente en Mí, a pesar de las circunstancias, de los problemas y de las angustias que se generan porque las cosas no ocurren como y cuando tu esperabas, llegará el día en que te darás cuenta de que mi propósito principal no es solamente cambiar las circunstancias que te preocupan, sino transformarte a ti, para que cada día seas un poquito más como Yo.
“Esa es mi promesa y siempre la cumplo, si solo “Confías en Mí”
Ánimo - José Luis Prieto