Si hablamos de química, convirtió el agua en vino.
En el campo de la biología, nació, pero su concepción no fue normal.
Si hablamos de física, desafió la ley de la gravedad cuando ascendió al cielo.
En economía, no hizo caso de la ley de la proporción y la disminución y alimentó a cinco mil hombres con tan sólo dos pescados y cinco panes.
En el campo de la medicina, sanó a enfermos, cojos, leprosos y ciegos sin administrar una sola dosis de medicamentos.
En cuanto a historia, es el principio y el fin.
En asuntos de gobierno, es el Príncipe de Paz, Señor de Señores y Rey de Reyes.
En cuestiones de religión dijo, nadie viene al Padre sino es por mí.
Así que… ¿De quién hablamos? ¿Quién es este? Él es Jesús
Mantente en Él y busca siempre su compañía.
En Dios lo tenemos todo.
El hombre más grande de la Historia, Jesús, no tuvo ningún sirviente y aún así, lo llaman Amo y Señor.
No tiene ningún título y sin embargo es el Maestro.
No estudió medicina, pero es nuestro Sanador.
No ganó ninguna batalla militar y aún así ha conquistado el mundo.
No cometió ningún delito y lo condenaron a muerte.
Lo enterraron en una tumba y sin embargo, resucitó y sigue viviendo entre nosotros.
“Me siento honrado al conocer y poder servir a Jesús, además y por encima de todo lo que hizo, hace y hará, me ama incondicionalmente”