Síguenos en las redes sociales  

Carta de un bebé

- Hola mamá, ¿cómo estás? Yo muy bien, gracias a Dios. Hace apenas unos días que me concebiste en tu barriguita y quiero decirte que no puedo explicar lo feliz que me siento de que tú vayas a ser mi mamá. Otra cosa que me emociona es saber el amor con que fui concebido.¡Estoy seguro que voy a ser el niño más feliz del mundo!

Mamá, ya hace un mes y veo cómo mi cuerpecito empieza a formarse, yo sé que por el momento no soy tan bonito como tú, pero espéra unos meses y ya verás cómo mejoro. Estoy muy feliz con todos mis cambios, pero hay algo que me preocupa... Últimamente he notado que hay algo rondando en tu cabeza que no te deja dormir y cuando tú no duermes bien, yo tampoco lo puedo hacer. Espero que, sea lo que sea que te preocupa, se solucione pronto.

Mamá, ya pasaron dos meses y medio, estoy muy contento con mis nuevas manitas, son muy interesantes y ya tengo ganas de usarlas para jugar. Mamá, ¿qué te ocurre? ¿Por qué lloras todas las noches? ¿Por qué cuando llega papá, gritan tanto? ¿Ya no me quieren? No se enfaden conmigo, voy a hacer todo lo posible para portarme bien y para que me quieran mucho.

Ya pasaron tres meses. Mamá te noto muy deprimida, no sé lo que está pasando, estoy muy confundido. Esta mañana fuimos al médico y él nos dio una cita para mañana. Pero no sé para qué, yo me siento bien. ¿Acaso tú te encuentras mal, mamá?

Mamá, ya es de día, ¿Qué dice el médico, no entiendo? ¿Qué está pasando mamá? Mamá, no te acuestes, apenas son las dos de la tarde, no tengo sueño, quiero seguir jugando con mis manitas.

¿Qué es eso? ¿Qué hace ese tubito cerca de mí? ¿Es un nuevo juguete? Oye mamá, ¿Por qué están absorbiendo mi casita? Señor, espere, ¿por qué se la lleva? ¿No se da cuenta que me hace daño? ¿No ve que aún soy muy pequeño para defenderme solito? Espere... ¡Esa es mi manita! Mamá, mi pierna, siento que me la arrancan…

Mamita, por favor, defiéndeme, ¡ayúdame! Diles que sigan haciéndome daño, te prometo que voy a portarme bien y no voy a patearte más tu vientre. ¡Ay, mamá! Ya no aguanto más... mamita, mamita, ayúdame...

Mamá, ya han pasado 17 años desde aquel día y desde aquí arriba observo cómo todavía te duele haber tomado aquella decisión. Por favor no llores más, yo te amo y aquí estaré esperándote con muchos besos y abrazos. Te amo mucho. Tu bebé.